Rabat celebra su victoria en Mugello

Tito Rabat decidió cambiarse al Marc VDS en 2014, el equipo más poderoso de la parrilla de Moto2, para intentar ser campeón del mundo. Con ese movimiento, se convirtió en el principal candidato a lograr el título. Empezó fuerte: pole y victoria en Qatar, en un bonito duelo con Nakagami, y después fue segundo en Austin superado por un increíble rookie Viñales. En Argentina sumó la segunda, y aunque en Jerez se quedó cuarto, fuera del podio, en Le Mans ya fue tercero, como preludio de lo que llegaría entonces: doblete de victorias, primero, en Mugello ante otro rookie, Salom, que le puso en aprietos durante toda la prueba pero no pudo con el líder; y segundo, en Montmeló, dándole un repaso a todos sus rivales.

Kallio, compañero y a la vez rival más fuerte de Tito en el Marc VDS

Después llegó una pequeña 'mala' racha de Tito, en la que se quedó fuera del podio en Assen, Alemania e Indianápolis. Ese bache lo aprovechó su compañero de equipo, Mika Kallio, para acercarse mucho en la clasificación general. El finlandés ya había sido capaz de ganar en Francia y Jerez, y en esas tres carreras en las que su compañero no pudo subir al cajón, él sí lo hizo, siendo tercero, segundo y primero respectivamente. Llegaba a Silverstone lanzado, donde hizo la pole y marchó escapado gran parte de la carrera. Sin embargo, Tito fue capaz de alcanzarlo y batirlo al final, y a partir de ahí Kallio no reaccionó. Rabt ganó en Brno y Misano, y fue segundo en Aragón y tercero en Japón, ambas justo detrás de Viñales, para llegar a las últimas tres carreras con el campeonato 'a punto de caramelo'.

Rabat, el número '1' en Sepang

En Australia, Rabat acabó tercero y dejó todo preparado para ganar el mundial en Malasia. Tenía el mejor ritmo en Sepang, y sabiendo que le valía con acabar undécimo, se dedicó a dosificar para terminar tercero, y poder celebrar así el título de campeón del mundo desde el último peldaño del cajón. Un año impresionante del piloto nacido en Barcelona, que cerró con un segundo puesto en Valencia agridulce, ya que tuvo un fallo mecánico en la recta de meta que el impidió sumar un nuevo triunfo. No obstante, la temporada de Rabat continuaba siendo prácticamente perfecta, pues acabó con siete victorias y hasta 14 podios (récord de Moto2) en apenas 17 carreras, puntuando absolutamente en todas ellas.