Triplete español en Montmeló

Aplastante. Esa palabra resume el año de Bautista, quien cambió de equipo y montura en 2006 para intentar ser campeón y lo consiguió con holgura. Ganó las dos primeras carreras, y luego enlazó dos victorias en Montmeló y Donington, además de cinco podios en las seis siguientes pruebas, para empezar a destacarse de forma clara en la general de todos sus rivales. El binomio con el equipo Aspar funiconaba a la perfección y Álvaro iba bien en todos los circuitos, siendo el piloto más fuerte con diferencia de la categoría. Especial mención merecen las carreras de Turquía y Catalunya, ya que en ambas el equipo del expiloto valenciano metía a sus tres pilotos en el podio y lograba sendos tripletes que encumbraban al motociclismo de nuestro país.

Bautista y su mayor rival en 2006, Kallio

En Holanda, en la octava prueba del mundial, el finlandés Kallio se impuso a Gadea y al propio Álvaro, y se postuló como el principal rival del talaverano para todo lo que restaba del campeonato. Pasini, compañero de equipo en el Aspar Team, también fue competitivo, especialmente la primera parte del mundial, robándole la  victoria por una y diez milésimas en Italia y Alemania respectivamente. No obstante, la distancia en la general siempre fue muy cómoda para el español, quien después, en la segunda mitad de la temporada, se impuso de manera épica en la República Checa al finlandés en una carrera al sprint en la que al de KTM le faltó una vuelta para poder dejar atrás al de Aspar, y eso supuso un golpe moral para él y un KO técnico al mundial. Luego llegaría una impecable victoria en Malasia para dejar el título visto para sentencia en la gira asiática.

Álvaro sentenció el mundial en Australia

Tras Malasia, tocaba Philip Island, e igual que Pedrosa en los dos años anteriores en 250, Bautista no esperó más allá del circuito de las Antípodas para liquidar el título, y lo hizo, además, a lo grande: ganó la carrera cómodamente, precisamente por delante de Kallio y Pasini, sus adversarios aquella temporada en la pista. Le quedaban tres pruebas para disfrutar y lo hizo, logrando una victoria aplastante en Portugal, un segundo puesto en Japón y un cuarto en Valencia tras tener problemas electrónicos, que le permitían pasar a la historia, ya que batía el récord de puntos de la categoría pequeña de Valentino Rossi, en 1997, fijándolo en 338 el español. Naturalmente, dio el salto a la categoría intermedia para el año siguiente, de la mano también de Aspar.