Álex Márquez se estrenó en Montmeló en 2014

No era el favorito a ganar el título, pues pilotos como Miller o Rins, e incluso Fenati, partían con mayor nombre en las quinielas. Sin embargo, Alex Márquez fue un martillo pilón aquel año y lo demostró desde la primera carrera. Segundo puesto en Qatar, igual que en Argentina, y aunque se cayó en Austin, nunca le perdió la cara al mundial. Tras una segunda caída, ésta provocada por Miller, en Italia, el liderato estaba a 44 puntos y parecía complicado. Sin embargo, justo en ese momento, Alex sacó lo mejor de sí para dar un golpe sobre la mesa y volver a acercarse muchísimo al australiano en la clasificación: victoria en casa en Montmeló, por un cuarto puesto de su rival, y triunfo en Assen, bajo la lluvia, con caída del líder. Llegaba a Alemania a apenas siete puntos de la cabeza antes del parón veraniego.

Miller plantó cara a Márquez hasta el último metro del mundial

Y en Alemania, Miller, el hombre a batir de la categoría, venció y recuperó parte de la ventaja que tenía en la general. Después, en Indianápolis, fue tercero y siguió ampliándola, el día que al fin se estrenó Efrén Vázquez. En Brno, Márquez comenzó su remontada: cuarto, en una carrera rarísima en la que Rins celebró la victoria una vuelta antes y se quedó sin ella. Al menos pudo resarcirse en las dos carreras siguientes, ganando en Silverstone y Misano justo por delante de su compañero de equipo. El hermano de Marc estaba más cerca que nunca de 'Jackass' en el mundial, y en Aragón, tras un toque entre ambos que envió a este último al suelo, el pupilo de Alzamora acabó segundo para salir como líder del mundial, antes de que comenzara la gira asiática. La remontada ya había llegado, ahora sólo quedaba rematarla.

Alex fue campeón en Valencia, al acabar tercero delante de Kent

La mencionada gira no pudo comenzar mejor para Alex: victoria en Japón, la tercera del año, y quinto puesto de Miller tras un incidente con Kent, que permitía aumentar al español la ventaja al frente de la general hasta los 25 puntos a falta de tres carreras. La clave para el hermano de Marc era mantenerse cerca de su rival en las tres pruebas que quedaban. En Australia, venció Jack, pero Alex fue segundo y la pérdida fue mínima. En Sepang, el de KTM fue segundo y el de Honda quinto, por lo que llegaban al último gran premio separados por únicamente 11 puntos. Es decir, si Alex Márquez acababa tercero, se proclamaba automáticamente campeón del mundo. En Cheste, la carrera fue sufrida, una lucha de marcas, en la que se impuso de nuevo Miller, el mejor en el último tramo del año. Sin embargo, Márquez aguantó a Kent para subir al podio y le sirvió para convertirse en CAMPEÓN DEL MUNDO, por apenas dos puntos, la diferencia más pequeña desde 1999.