'VINI, VIDI, VICI': DANI GANA EN SU ESTRENO

Campeón: Dani Pedrosa (2º título), 19 años Categoría: 250 cc

Pedrosa ganó en Sudáfrica y Le Mans, dos victorias en apenas tres pruebas

Impresionante. Único calificativo para la temporada de Pedrosa en su primer año en 250cc. Tras haberse perdido toda la pretemporada por su lesión en los tobillos, el de Honda se subió a la moto por primera vez en Sudáfrica para ganar. Luego tuvo una caída bajo la lluvia de Jerez, pero en Le Mans se hacía de nuevo con la victoria y demostraba que lo del primer día no había sido casualidad. De hecho, en las siete primeras carreras del campeonato había logrado la friolera de seis podios, incluyendo esas dos victorias. A parte de la caída en el Gran Premio de España, su peor resultado había sido el segundo puesto. Unos números extrordinarios para cualquiera, y más para un debutante en la categoría.

Porto, el rival más fuerte de Dani en 2004

La segunda parte de la temporada comenzaba de manera inmejorable. El catalán se lucía en Inglaterra y Alemania y ganaba ambas pruebas en solitario por delante de Porto. Era precisamente el piloto argentino quien más batalla le planteó a Pedrosa esa temporada. Logró hasta cinco triunfos en aquella campaña, en Italia, Holanda, la República Checa, éste último tras un regalo de Pedrosa, que levantaba la mano debido a la lluvia caída en Brno y eso permitía al argentino adelantarlo, Qatar, lo que lo convertía en el primer rey del desierto, y Australia, y demostró que era un piloto que aunque había tardado en explotar estaba cargado de talento. Sólo un imparable Dani impedía que fuera líder del mundial.

Pedrosa, campeón en Philip Island

En las últimas carreras del año, Pedrosa también fue el mejor. Aunque la recta final del mundial comenzó con un  trepidante triunfo de Toni Elías en Portugal, el campeón de 125 dio dos golpes de autoridad casi consecutivos en la gira asiática, primero en Japón y luego en Malasia (circuito en el que había sido campeón el año anterior) y dejaba el título visto para sentencia de cara al Gran Premio de Australia. La justicia poética, tan caprichosa como el destino, quiso que Dani se proclamara campeón del mundo en el mismo lugar en el que apenas un año antes se había destrozado los dos tobillos. En la última carrera, en Cheste, Pedrosa se exhibió y loró la séptima victoria de un año prácticamente inmaculado, en el que además se subió al podio en 13 de las 16 carreras del calendario. Extraterrestre.

No se ha insertado ningún vídeo